No hay escurridor de pasta

Llevo ya un par de días viviendo aquí. Al principio es todo como una película. Sigo pensando que cuando me despierte me voy a levantar en la cama de mi habitación en casa de mis padres , que voy a poder tomar café recién hecho, etc... Todo ello sin pararme a apreciar que todo lo que puedo usar está limpio y que casi no me tengo que preocupar por lo que ensucio porque el lavaplatos se encargará de ellos.
Esta mañana me levanté con energía y me decidí a limpiar un poco la cocina. Vamos a ver, llevo viviendo casi una semana aquí y no tengo ni idea de cuándo se van a hacer turnos de limpieza, pero la verdad es que creo que me estoy volviendo un poco maniático. Spray en mano me he puesto a repartir "quitagrasas" o Kraft Reiniger a diestro y siniestro. En algo más de media hora la misión estaba más o menos cumplida.
Pero luego, llegada la hora en la que el estómago te recuerda que existe empiezas a hacer esquemas mentales pensando qué se puede comer hoy. La verdad es que el panorama se presenta un poco desalentador, sólo tengo pasta y salsa de tomate. Tendría comida para hacer tortilla de patatas pero no tengo los utensilios adecuados.
Así pues decido hacer pasta con tomate, el culmen de la cocina de un piso de hombres que viven solos. Pongo el agua a hervir, saco el paquete de pasta, echo una cantidad suficiente para comer y me quedo mirando las burbujas que hace el agua mientras hierve.
El siguiente paso sería escurrir la pasta cuando sea el momento justo. Empiezo a abrir puertas de muebles, cajones, revuelvo entre las estanterías. No hay rastro. ¿Dónde estará? ¿Y ahora qué hago? No hay escurridor de pasta, ¿pero esto qué es?
Me acordé de aquella imagen que vi de una película de Billy Wilder, El Apartamento, en la que Jack Lemon escurría la pasta con una raqueta.


Al fondo del pasillo había visto unas raquetas de bádminton pero al final decidí no ser tan innovador. Escurrí la pasta con la tapa de la cacerola y final feliz.
¿Merece la pena escribir una entrada sobre esto? Sí. No es el hecho de que no haya escurridor de pasta. El tema es que uno ya no está en casa y no se debe dar por supuesta ni la más trivial de las comodidades.

3 comentarios: (+add yours?)

Jorge dijo...

Jejeje aprendiendo a sobrevivir?
Ya veras como esto del erasmus potencia la creatividad y la imaginación.
A mi me dio por las lamparas con botes de pringles y cartulina, los posters gigantes... Tampoco faltaban las cuerdas para tender la ropa y las sabanas por el medio de la habitación.
En cuanto a la comida llegarás a ser un gran innovador :)
(todavia no has descubierto los nuddles?)
Mi plato favorito de los domingo era:
Una bolsa de nuddles (fideos chinos que se hacen con un vaso de agua en 5 minutos y cuestan 30 centimos) acompañados de una bolsa de menestra congelada (50 centimos) y si podia, unos trocitos de bacon o chorizo y un huevo).
Tiempo de preparación: 10 minutos

Se podría escribir un libro sobre platos de comida erasmus :)

Anónimo dijo...

Estoy de erasmus y estoy en la misma situación, con qué escurro yo la pasta ahora? Jajajajaja

Dorff dijo...

Lo de la tapa de la cacerola sigue salvándome la vida a veces. Mientras tanto he descubierto que no hace falta escurrirla, sírvela directamente con el tenedor de pasta (si tienes, si no tal vez debería escribir otra entrada alternativa jajaja).

Mucha suerte en tu nueva aventura y como consejo: disfrútala, este año nunca va a volver.

Un abrazo,
Dorff- Mario

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