Hace unas semanas me llegó un evento por Facebook en el que la asociación ESN (Erasmus Student Network) nos invitaba a asistir a una cena internacional para alumnos Erasmus. Cada uno tenía que traer comida típica de su país para compartirla con los demás. El evento estaba convocado para el martes 2 de noviembre entre las 19:00 y las 22:00.
Yo ese día tenía que entregar unos ejercicios con plazo hasta las 18:00 y no tuve tiempo para hacer nada hasta que los envié. A partir de ese momento comienza una nefasta secuencia de acontecimientos. No quise pensar mucho y pensé que lo más típico que podía llevar era tortilla de patatas.
En el Lidl no había huevos, ¿entonces cómo iba a hacer las tortillas? Me tocó llamar a Cristina, que estaba con Maggie de compras en el centro para encargarles que compraran huevos. Héctor se vino a casa mientras tanto y me estuvo ayudando a pelar las patatas y a ponerme nervioso con las prisas :-P
Al final hicimos tres tortillas de patatas y nos fuimos para allá a las 20:00 aproximadamente. No contábamos con que la gente debía de llevar una semana sin comer y que llevaban haciendo cola para asistir al evento por lo menos diez minutos antes de la hora oficial. Y no es que nosotros quisiéramos llegar tarde, sino que no tuvimos más tiempo. Era imposible hacer tres tortillas más una cuarta que hizo Dani en menos de una hora cuando ni siquiera había huevos en la tienda más cercana.
Al llegar, los "organizadores" nos preguntaron que de dónde éramos y al reponderle que éramos españoles contestaron: "Oh! La gente española siempre llega tarde". Nos preguntaron también que qué habíamos traído y les enseñamos las tortillas y dijeron que si no habíamos hecho paella. ¡¡Como si se tardase lo mismo en hacer una paella que una salchicha con un sobre de puré de patatas!! Esa es la cocina alemana.
Para colmo, la gente se abalanzó sobre nuestro comida y a duras penas pudimos comer un cachito de tortilla y unas papas con mojo picón que preparó Marcos.
Al cabreo y la decepción había que sumarle el hambre con el que nos habíamos quedado simplemente por tener la buena intención de llevar un poco de comida.
Tengo que decir que me siento un poco indignado porque si esto es lo que pretendían con una cena internacional creo que no buscaban mucho la integración de la gente, más aún tirando de tópicos sobre los españoles. Que vale que llegáramos tarde, pero al menos llevamos algo de comer, que no todos se lo curraron tanto. Fue un gesto un poco descortés por parte de ellos, pero no merece la pena recordarlo.
¡Y encima me quedé con hambre! Por lo menos Héctor me invitó a cenar en su casa y así no me volví yo a la mía con hambre. Es por esto que la que viene a continuación es la foto que he escogido para ilustrar la noche de la cena internacional. ¡Que aproveche!
La cena internacional
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios: (+add yours?)
olvidaste mencionar la birra gratis y el hecho de que hector literalmente repeló las sobras de todos los platos
El ESN solo sirve para conseguir viajes baratos y ligar con las colaboradoras (normalmente suelen ser muy zorronas). XD
(un ex erasmus)
la rica salsa canaria se llama mojo picón! mejor suerte pa la próxima
(una canaria)
Publicar un comentario