Las vacaciones de navidad. Parte II

Nos fuimos a la sala de embarque una vez superado el trauma de pasar el control. Ahora sólo quedaba esperar un rato mientras nos comíamos las sobras del frigorífico que nos habíamos traído. ¡Aparte de una bolsa de M&M’s de medio kilo!

Primera noticia incómoda

Nuestro vuelo iba a tener un retraso aproximado de media hora porque aún no había llegado a Dortmund. A todo esto, estaba empezando a nevar y según pasaba el tiempo lo hacía de una manera más intensa.

Aún con las secuelas de la huelga salvaje de controladores, he de reconocer que cada vez tengo más pánico a los aeropuertos. No porque tenga miedo a volar. Todo lo contrario. Porque tengo miedo a no volar y a sus consecuencias.

Llegó el avión, lo estábamos viendo, delante de nosotros, veíamos cómo lo preparaban y cómo cargaban mi equipaje en la bodega, parecía que todo iba bien…

Segunda noticia incómoda 

Llegaba la hora prevista del nuevo embarque (aproximadamente las 15:40). Se acercaron las azafatas al mostrador de la aerolínea, todo el mundo se acercó. Por fin nos disponíamos a embarcar.

Entonces la mujer hizo una comunicación informando que por causas derivadas del temporal no teníamos una hora aproximada para volar. Ninguna información más.

Alguna gente intentó indagar algo más para ver qué es lo que sucedía en concreto. Yo de primeras lo que entendí es que probablemente una hora más tarde sabríamos algo y que no podíamos volar debido a la climatología.

Varias comunicaciones después lo que nos contaron es que el avión estaba disponible y que las condiciones adversas no lo eran tanto como para impedirnos volar, pero que el problema era que la tripulación no estaba en el aeropuerto, sino en la autopista de camino al aeropuerto desde Colonia.

En ese momento pasaron varias sensaciones por mi cabeza: frustración, rabia, ira, nerviosismo, resignación… Creo que no me dejo ninguna.

Me entraron ganas de hacer como en las películas y preguntar si entre la gente que estaba en la sala de espera había algún piloto de avión que nos pudiese llevar a Barcelona. Poco después me llenó la indignación y no podía dar crédito a que todo esto estuviera sucediendo en un país como Alemania…

La gente de Easyjet se limitó a decirme que al no volar la conexión con ellos no podían reubicarme en otro vuelo y que en todo caso que reclamase después en función del desenlace. 

Mientras me decía esto, sonó el teléfono del mostrador. ¡Eran ellos! Los pilotos estaban vivos y en el aeropuerto. ¡Por fin íbamos a poder volar!

Fin de la segunda parte. Continuará… 


De regalo una de mis escenas preferidas de la película Aterriza como puedas. En nuestro caso debería haberse llamado Despega como puedas. 




2 comentarios: (+add yours?)

El chico del nick de Kasia dijo...

sinceremente no me he enterado de nada...xDD pero tu dond coño estabas?XDD jajajaj en Madrid o en Dortmund?xD y para que vas el dia 2 de enero a madrid? joer...me he perdido mazo...xDDD

Dorff dijo...

Lo que has estado leyendo es lo que me pasó intentando volver a Madrid para navidades. Luego me tocará contar la película de la vuelta a Dortmund. Aunque eso me lo dejaré para cuando verdaderamente esté allí xD

Publicar un comentario